miércoles, 3 de mayo de 2017

LAS ILUSIONES NUNCA MUEREN

Cuídate del que te quiere cortar las ilusiones porque más que un consejo suelen ser sus frustraciones. La vida es un cúmulo de experiencias y si no te subes al barco y te quedas en el muelle, nunca sabrás  como se saborea  el viaje. Si te empapa el agua llena de sal de vida, si te golpean las olas, si el barco está un tiempo a la deriva y eres náufrago en el océano, es porque es necesario.  Disfrútalo aunque a veces, cueste pasar por el tramo de la incomprensión de las vivencias. Con el paso del tiempo se entiende por qué fueron así y cuando no vienen las respuestas de las mismas, ser agradecidos y dejarlas como meras vivencias de nuestra bendita existencia.  Es mero aprendizaje, es riqueza para el alma. Si no te lanzas al mar, quedas inerte en la estación de paso que se convierte en árbol caído por miedo a no sentir las sensaciones y sentimientos de las experiencias durante el viaje.

Libre somos de navegar mar adentro en busca de nuestros sueños o no pero nunca le quites el deseo a nadie por los  miedos de tus vivencias.  Cada ser tiene que pasar por donde le toca vivir, ni más ni menos y nunca le podrás evitar su proceso durante la travesía.

Hace tiempo aprendí, a no dar consejos porque son meras utopías ya que nosotros mismos estamos limitando la libertad del otro ser e incumpliendo sus sueños.

El mayor signo de amor es el respeto y las palabras muchas veces son cuencos llenos de grietas donde el agua cae y se pierde. 

Irma Ariola Medina
Foto: Google