domingo, 14 de julio de 2013

GUERRA DISFRAZADA

No hace falta bendecir
al que proclama la alabanza
de la perdición en el vacío
de tantas almas sacrificadas
en la indiferencia de la crueldad.

No te des golpes de pecho
ante unos cuantos primarios
vendados por la ceguera de los borregos
por la incomprensión ante el dolor ajeno
por el egoísmo de sus propias tinieblas
por el engaño vendido en el humo del tiempo.

No hace falta maldecirte
ni si quiera adorarte
tolerar el dolor ajeno es cobardía
en los tiempos de guerra disfrazada
en el velo de los corruptos.

No hace falta olvidarte,
tampoco temerte…

© Irma Ariola Medina