jueves, 20 de julio de 2017

PASOS Y HUELLAS EN LA MANO DE LA VIDA



Agachar la mirada y acariciar los ojos en la tierra descalza y con la desnudez del alma, es signo de que estamos dispuestos a caminar con  nuestra dignidad abiertos al sentir incondicional para no despistarnos del aprendizaje del sendero. Si separamos el trigo de la paja, saltaremos las piedras sin prisa y sin pausa, con el rostro lleno de sencillez descubriremos nuestras moradas en el reflejo de los oasis transitados que como espejo, nos muestra la imagen curtida por el aprendizaje y la erosión del viento al acariciar nuestra alma y llenarla de sabiduría tras la quietud conquistada desde la serenidad del trayecto.

Conquistar nuestra realidad es cuestión de abrir las alas y como la simbiosis de la mariposa dejar que el proceso lleve su cauce de manera natural. Lo único que nos bloquea en parte del mismo  es el miedo pero una vez dejado atrás, nada ni nadie nos impide alcanzar la cima de lo deseado y buscado con tanto tesón.
                       
“Somos esas huellas dibujadas en la mano de la vida y los pasos son la enseñanza en la misma”.

IAM ©    

Fotografía: de la red.






martes, 18 de julio de 2017

Poema: Estrellas en la noche. Irma Ariola Medina ©