sábado, 9 de febrero de 2013

EMOCIÓN SIN ATADURA


 Concentro mi emoción en cada verso,
en cada latido en este instante,
en cada frase salida de mis entrañas
apelo  a la emoción sin atadura.

Ni el miedo ni la intención me pierden,
encuentro  mi razón en el universo.
Safo me muestra su renacer,
medito los sutiles versos perdidos.

Me disipo entre el toque del silencio
donde  sólo llega la palabra.
El  amor, mezcla de mis colores,
sensaciones  plasmadas en la incertidumbre.

La magia no se esconde, se tiene
aparece  en el encuentro del ser
transcendiendo  todo mi interior,
marca el compás mi corazón vivo.

Lato en la escala de la sinfonía,
me deleito en la escritura
para sacar y escupir mis heridas
sanándolas en el bello poema de la vida.

Mis llagas cicatrizan en la plenitud de escribir
entre  la noche y el día,
entre  la serenidad y el estruendo.

Del poemario inédito: "Entre las sombras del desencuentro"
©  Irma Ariola Medina Cuevas.






miércoles, 6 de febrero de 2013

Mujer, sé siempre fuerte


Olvidar lo doloroso es la antesala a la libertad, es la alfombra de la vida, abierta a la espera de ser instante de paz en cada experiencia de la misma. No te  transforma las circunstancias, sino las formas de afrontarlas y la entereza es vital para sobrellevar cualquier batalla en medio del revulsivo de los tiempos que vivimos. Si la mente la dominas encaminada a ser leal y positiva en tu existencia, transitarás en el camino de las espinas que no duelen, sino que con astucia aprenderás a no picarte con las mismas.

Mujer, sé siempre fuerte, eres la belleza de ser tal cual eres, un ser único e irrepetible. Nada se compara a ti y todo eres tú porque somos ese trozo de color en el lienzo de la vida. Nadie mejor que tú conoce tus limitaciones pero recuerda que eres capaz de llegar a donde te propongas porque las mujeres guerreras no se dejan influenciar por las críticas, los desánimos ajenos ni propios y la virtud que nos une es que somos lo suficientemente fuertes para ser totalmente portadoras de conocimientos,  creatividad y valores con todas las  personas que nos relacionamos. Estamos dispuestas a no dejarnos vencer por los que creen que un mundo mejor es una utopía, al contrario, trabajamos con la sororidad, la manera de unir fuerzas enredándonos en el hermoso árbol de la vida donde los frutos son nuestras habilidades, cualidades, experiencias, amor y todo lo que tenemos de positivo para dar. Estamos lo suficientemente capacitadas para aportar mucho a la sociedad sin ser discriminadas en puestos donde sólo han estado los hombres. Somos lo suficientemente inteligentes para llevar una empresa, la casa, la familia y la vida con el intelecto, fuerzas y espíritu de luchadoras en la batalla de la vida. No merecemos las sobras sino lo que nos pertenece, y no tengas miedo de dar el paso de decidir lo que quieres porque con voluntad conseguiremos alcanzar la cima de ser valoradas con la equidad que nos pertenece sin menospreciar a los hombres. Somos y debemos ser fuertes por sí mismas, sin la necesidad de separarnos entre nosotras por lo digerido durante años de historia. Al contrario, estamos en tiempos donde si nos unimos seremos más fuertes para empoderarnos,  unirnos en red  y conseguir puestos que llevamos años reivindicando para no perderlo dada la situación actual donde nuestros derechos están siendo vulnerados, arrebatados para llevarnos a estar como hace tantos años en la casa sumisa.

La igualdad será posible, cuando se tome conciencia de que nadie es más que nadie, sino todos necesarios en la sinfonía de la orquesta. Cada instrumento debe sonar a su manera y todos son indispensables para que suene bien en armonía.: La única esclavitud es la libertad.

©  Irma Ariola Medina Cuevas, 2013