Recuérdame mujer
a qué saben tus besos
si, a locura.
Recuérdame a qué huele tu esencia
ese ángel disfrazado de materia.
Recuérdame el roce de tus cabellos
volando en mi piel.
Recuérdame que seamos realidad
y no olvido
porque tus labios son mi delirio
y llueve en nuestros corazones.
Recuérdame antes de perderme en ti
encontrar tu voz en el silencio.
Llévame contigo
y borraré las cicatrices de mi ser.
Del poemario: "Rozando el Desencuentro"
Irma Ariola Medina ©
Todos los Derechos Reservados.
Ilustración a tinta china: IAM ©