No pretendas llegar a la cima sin cruzar en el camino por
las piedras que saltarás. Algunas te harán heridas, arañarán, sin embargo, en
medio del mismo, si te detienes a coger aire para seguir avanzando, te
percatarás del sonido de los pájaros, de la caricia del viento en tu rostro y,
mientras camines, los rayos del sol iluminarán tu alma para calentarte y tostará
tu piel con el paso del tiempo si tienes paciencia y dentro de la animadversión
perseveras. Pasarás por largas noches de silencio, armonía y quizás soledad,
esta es la vitamina fundamental para tu crecimiento personal. El pájaro alza el
vuelo con una meta y siempre vuela, pero reposa entre bellas ramas de los
árboles. Así es en nuestro caminar, nuestro ser pasará por esas noches y en
algunas verás a la preciosa hermana luna dándonos su preciosa luz musical
embriagándonos de paz. Todo es cuestión de caminar paso a paso firme, pero
observándose uno mismo, a todo y a todos en el camino como mero espectador y,
en medio de la madre vida, saltar cada acantilado sin temer caer al abismo. Si
te sucede, subirás con más fuerza y cuando mires atrás, tendrás la certeza de
haber soltado el lastre de tu mochila. Al respirar y seguir adelante, la vida
te pondrá personas en el valle de la misma para compartir y dar lo más hermoso
que la misma te ha regalado en tu apreciada existencia.
No gastes ni un minuto de miedo, rencor, dolor, desamor, sino salta con fuerza y, mirando desde dentro, verás el hermoso valle. Llegarás al oasis y colmarás tu sed, encontrarás a otros con mismas y diferentes circunstancias en ese punto. Aprovecha y comparte lo bello, lo positivo, vive con humanidad, transcendiendo de lo efímero que no te pertenece. Cuando llegues a la cima y te sientes, descansa, toma nuevamente aire, ríete de las maravillas por las que has luchado, dando gracias de crecer con cada una de ellas y a las que has tenido que necesariamente renunciar. Disfruta con todos y sé tú mero observador en medio de la nada, saltando a la unificación con todos y con el Todo. Así serás libre haciendo tu propia voluntad y compartirás la belleza de tu aprendizaje con los hermanos.
La vida es un regalo, no gastes ni un segundo, vívela intensamente con Amor, desde la empatía, humanidad e igualdad.
No gastes ni un minuto de miedo, rencor, dolor, desamor, sino salta con fuerza y, mirando desde dentro, verás el hermoso valle. Llegarás al oasis y colmarás tu sed, encontrarás a otros con mismas y diferentes circunstancias en ese punto. Aprovecha y comparte lo bello, lo positivo, vive con humanidad, transcendiendo de lo efímero que no te pertenece. Cuando llegues a la cima y te sientes, descansa, toma nuevamente aire, ríete de las maravillas por las que has luchado, dando gracias de crecer con cada una de ellas y a las que has tenido que necesariamente renunciar. Disfruta con todos y sé tú mero observador en medio de la nada, saltando a la unificación con todos y con el Todo. Así serás libre haciendo tu propia voluntad y compartirás la belleza de tu aprendizaje con los hermanos.
La vida es un regalo, no gastes ni un segundo, vívela intensamente con Amor, desde la empatía, humanidad e igualdad.
© Irma Ariola Medina Cuevas
Irma Ariola Medina.
http://irmaariolamedina.blogspot.com.es/p/dibujos-y-pinturas.html
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