La muerte es
esa despedida que no avisa, no se despide, no advierte, es silenciosa.
La vida se
desliza por las manos en segundo,s al cortarse el aire se para la brisa de la
vida en tu rostro. Todo se detiene y la luz se hace opaca en medio de las
circunstancias vividas de lo impredecible de la misma. Nacemos, renacemos cada
instante incluso al morir. Dejamos
huellas en el camino y en los corazones.
“Somos pétalos
esparcidos en todos los jardines”
© Irma Ariola Medina
No hay comentarios:
Publicar un comentario