La rosa no está enferma
son los
pesticidas del desamor
no saben regarla con ternura
con el agua pura.
Son las espinas clavadas del rosal
el alma
desgarrada
son las experiencias de la vida
al latir entre los latidos plenos.
Las rosas son el aroma de la mujer
es la belleza selecta de su sabia
la que nos impregna el ser
hasta transportarnos en su aroma.
© Irma Ariola Medina
No hay comentarios:
Publicar un comentario