Si me preguntas por ti,
no diré nada
resbalé del peldaño de
tus mentiras
lancé la impotencia a
la deriva,
tu prepotencia al vacío
transmuté las lágrimas en sonrisas.
Nadie merece el cautiverio,
la crueldad yace en el
ser inerte,
el pájaro voló al
soltar el nido
se perdió al caer tras
tus disparos
al sentir el odio en la
piel,
los puñales de tus
gritos en el silencio.
Se disiparon en las
nubes del olvido,
el silencio enseña el
camino,
el tiempo es la brújula
da fuerzas a la vida
al soltar el letargo de
tus maltratos.
¡No me grites a solas!
sonríe a todos, ¡
hipócrita!
Sacudo tus escombros,
no hacen ninguna
diferencia
son tus sombras
peregrina
lejos ya de ti se disiparon.
Me quedé vacía sin peso
el letargo se quedó en
tu pasado.
© Irma Ariola Medina Cuevas, 2013
Gracias, me ha encantado. No dejes nunca de publicar. Un abrazo, Frida...
ResponderEliminarGracias y seguiré publicando.
EliminarUn abrazo.