He pensado que por mucho recordar no se
consigue nada sino un desgaste energético incuestionable dado que se cae en un
abatimiento como mecanismo de defensa de la propia mente ante la necesidad de
expandir el desgaste somatizado en alguna zona del cuerpo. No se consigue nada
cuando se fuerzan las cosas y cuando se deja fluir de manera espontánea, se consigue la liberación del ser para ser
instante en la libertad del propio vuelo. Nadie te conduce ni te debe distraer
durante el camino y si ocurre no permitas que el viento te impida seguir
volando. Hay que seguir pilotando sin temor y con la confianza puesta en ese
objetivo marcado sin más destino que la alegría de renacer a la vida y
compartir en la misma, desde una perspectiva limpia a tu mirada y con los que
compartes el trayecto.
© : Irma Ariola Medina
No hay comentarios:
Publicar un comentario