Somos la sentencia de nuestro pacto
la perífrasis de la hipérbole consagrada
al amor entre los versos sutiles
acoplados en la enredadera de tu alma,
mientras rebosa mi pecho,
siento la vida latir en mi,
mereció la pena sentir,
entrar en tus moradas, transitadas
cada noche en la tenue lejanía
aunadas al compás del adagio
en el acorde perfecto
de la sintonía de tu cuerpo.
Somos la metáfora del amor
entre el sonido
del eco del silencio.
Somos el sonido de la poesía
entre las olas de
nuestros cuerpos.
Somos la misma llama en la nada
acopladas en la rima acariciada en el seno.
© : Irma Ariola Medina
Pintura: Óleo de
Daniel Kaplan
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