Por mucho que quieras volar libre, siempre
hay quien te quiere atrapar en el vuelo.
Podrán herirte un ala, pero jamás cortarte el vuelo.
Podrán nublar por un instante tu mirada, pero nunca
nublarán tus días de sol.
Podrán intentar matarte el alma, pero jamás poseerla.
Podrán odiarte, pero tu luz les iluminará el camino del
amor.
Podrán intentar silenciarte, pero tu corazón será la
antorcha que encienda tus labios, cándidas palabras sacudirán las mentes en tu
camino.
Nada es invisible, eres el reflejo del espejo del ser.
Nada te conduce mejor que tu mente bien proyectada hacia
el epicentro de tu realidad.
© Irma
Ariola Medina Cuevas, 2013
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