Duele
la tristeza del que huele el dolor ajeno
de
la mujer que sufre en silencio
por
los golpes de su pareja
y
le retuerce la mente con sus chillidos.
Duele
el corazón ante tu sufrimiento
por
amor al ser humano y su dignidad
porque
tu cuerpo es templo de la vida
nada
lo sostiene ante la violencia maldita.
Duele
el corazón ante tu llamada de auxilio
tantos
la ignoran para evitar problemas
no
quieren perder el tiempo
duele
tanto ver tu rostro de pavor
tu
alma rota en fragmentos degollados
por
su manipulación.
Duele
el corazón al ver tu mirada triste
tus
ojos son los destellos de auxilio
mi
pupila se funde con la tuya
y
todavía siento el dolor de tu desgarro
al
pedir auxilio en tu cautiverio.
No
todo está perdido
tampoco
ganado
huir
de tu verdugo es la prioridad
la
muerte te llama a gritos
desde
su prepotencia
y
duele todo ante tu impotencia.
Tus
cicatrices son el estigma de su odio
tus
entrañas son la delicadeza de la vida
mujer,
no te consumas en silencio…
Del poemario inédito: DIGNAS SIN TABÚ
Irma Ariola Medina ©
Fotografía: Google
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